Como lavar la cuerda de Escalada

Pretendemos que el material de escalada nos dure lo máximo posible pero la mayoría de las veces hacemos bien poco para conservarlo en buen estado y alargar así su vida útil. No hay escusas, se trata de dedicarle un poco de tiempo y ganas ya que la mayoría de las veces los cuidados que debemos prestarle al material es sencillo y cualquiera puede efectuarlo en su casa.

Te mostramos unos consejos para realizar un correcto lavado siguiendo las recomendaciones de los propios fabricantes de cuerdas.

Para empezar, se recomienda lavar la cuerda solo cuando sea realmente necesario porque esté muy sucia y la camisa muestre mucho polvo o incluso barro seco.

Tosa esa suciedad no se trata ni más ni menos que de partículas minerales de grano muy fino que pueden cortar los delgadísimos filamentos de poliamida de los que se compone la cuerda. Está claro que no serán causa de rotura de la cuerda, pero sí que van a disminuir sus prestaciones, como son la capacidad de absorción de energía o la misma resistencia a la rotura.

Hay cuerdas que poco a poco se van volviendo más rígidas por tales causas llegando a provocar comportamientos indeseados como puede ser a la hora de asegurar. En los últimos tiempos las cuerdas en escalada deportiva se utilizan de mayor longitud y diámetro más fino, pudiendo dar problemas de maniobrabilidad a la hora de dar cuerda al primero de cordada o incluso a no bloquear bien la cuerda con frenos automáticos tipo Grigri o placas autobloqueantes tipo Gi.Gi en caso de caída.

Los pies de vía de las escuelas de escalada deportiva de roca caliza, suelen ser muy polvorientos por ello es muy importante usar una buena «manta» específica para cuerda o bien una bolsa de la que iremos extrayendo la cuerda según necesidad.

Por el contrario, las escuelas de roca granítica suelen tener pies de vía más limpios de polvo, pero introducen tanto en la camisa como en el alma partículas más duras y agresivas en especial en las maniobras de rápel y descuelgue.

El lavado:

Lo principal es que el lavado se realice con agua fría o tibia sin sobrepasar los 30º de temperatura.

En un primer momento podemos optar por la opción «Sin jabón«:

Para ello introduciremos la cuerda desplegada en una bañera llena de agua a la temperatura mencionada y frotaremos los bucles suavemente. La dejaremos reposar un par de horas en el agua para que suelte la mayor cantidad de tierra posible, quizás con éste lavado sea suficiente.

Si vemos que la cuerda continúa estando muy sucia optaremos por la opción «Con Jabón:

Lo más importante es que se trate de un jabón neutro, tipo jabón de Marsella líquido, detergente para prendas delicadas o bien podemos adquirir un jabón específico como el que comercializa la marca de cuerdas Beal, el Beal Rope Cleaner. que también nos servirá para lavar el arnés.

Si realizamos el lavado A mano, podemos usar un cepillo sintético para frotar suavemente la cuerda o bien utilizar el cepillo Beal Rope Brush especialmente indicado para ello. Se trata de un cepillo en forma de espiral que facilita bastante el limpiado de la misma y sirve para cualquier tipo de diámetro. Basta con hacer pasar la cuerda por el interior del Rope Brush e ir deslizándola en ambos sentidos.

En ningún caso hay que utilizar sistemas de lavado a presión ya que introducen más profundamente las partículas de  suciedad en la cuerda.

Si lo deseamos también podemos lavarla A máquina, para ello usaremos un programa de lavado para prendas delicadas. Introduciremos la cuerda desplegada y sin ordenar dentro de una funda de almohada o bien un saco de tela, sin olvidar que la temperatura no sobre pase los +30ºC.

El secado:

El secado es una parte importante en el proceso de limpiado.

Se realizará a la sombra y sin exponerla a fuentes de calor próximas, es preferible secarla al aire libre.

La tenderemos con todos los bucles bien extendidos bajo los cuales podemos colocar papeles de periódico para acelerar el proceso de secado debido a la absorción del papel, pero muy importante: deberemos ir cambiándolos en cuanto veamos que están mojados. Hay que tener paciencia ya que el proceso de secado puede llevar de dos a cuatro días según las condiciones ambientales.

Por último incidir en el dato de que es preferible lavar la cuerda exclusivamente con agua si no está muy sucia o incluso pasándole simplemente el cepillo y en el caso de que la suciedad sea mayor, recurrir al lavado con jabón.

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